Argumento
La conquista de México ha terminado, y Juan de Toñanes es uno de tantos soldados sin gloria que vagan como mendigos por la tierra que contribuyeron a someter. Cuando recibe una última misión, dar caza a un indio renegado a quien apodan el Padre y que predica una peligrosa herejía, comprende que puede ser su última oportunidad para labrarse el porvenir con el que siempre soñó. Pero a medida que se interna en las tierras inexploradas del norte siguiendo el rastro del Padre, descubrirá las huellas de un hombre que parece no sólo un hombre, sino un profeta destinado a transformar su tiempo y aun los tiempos venideros.
Ni siquiera los muertos es la historia de una persecución que trasciende los territorios y los siglos; un camino que se dirige hacia el norte, siempre hacia el norte, es decir, siempre hacia el futuro, en un viaje alucinado desde la Nueva España del siglo xvi hasta el muro de Trump de nuestros días. Por él discurren antiguos conquistadores a caballo y migrantes que cabalgan los techos de la Bestia, indios sublevados y campesinos que aguardan con paciencia un mundo mejor, revolucionarios mexicanos que toman sus fusiles y mujeres asesinadas en el desierto de Ciudad Juárez. Todos ellos comparten un mismo paisaje y una misma esperanza: la llegada del Padre que habrá de traer justicia a los oprimidos.
En su nueva novela, Gómez Bárcena toma la realidad mexicana como pretexto para asomarse a la historia universal, en una lectura crítica que cuestiona la fe en el progreso y pone de relieve las promesas incumplidas del capitalismo. Con ecos de autores tan dispares como Joseph Conrad, Alejo Carpentier o David Mitchell, Ni siquiera los muertos es el viaje de dos hombres sin hogar que avanzan porque ya no pueden retroceder, y es también una reivindicación de justicia para los perdedores de la Historia
Personajes
Juan es un antiguo soldado al servicio de la corona española que sirvió durante la conquista de Sudamérica por el imperio español. Una vez terminado el asalto, se casa y regenta una humilde taberna. Una noche lluviosa, dos mensajeros del visorrey llegarán a a taberna preguntando por Juan y le trasladarán una oferta: apresar o matar al conocido como indio Juan. Con una bolsa de oro como elemento motivador, Juan se embarca en un viaje que le conducirá a través del espacio y del tiempo. En su viaje debe encontrar el rastro del que conocen como indio Juan, el padrecito, el padrote… Y un sinfín de apodos.
Juan es el vehículo sobre el que el lector se irá desplazando a lo largo de la trama. Se convertirá, además en un conocedor de tragedias: pues allá donde va dará voz a aquellos que no la tienen. En la búsqueda del otro Juan, conocerá anhelos de libertad y deseos de prosperidad en un relato que trasciende a la misma historia: indiferente del periodo histórico y del lugar que ocupemos en el mapa: siempre habrá desesperados, perdedores y alguien que quiera sacar algún tipo de rédito de ello con promesas vacías. Un viaje que siempre le conducirá hacia una dirección: el norte.
Es un hombre tranquilo, meditabundo y apático. De poco hablar y mucho observar. Un buscavidas que, por una bolsa de oro, abandona a una esposa de la que está enamorado. Un personaje cuidado al detalle, lleno de aristas y púas que pinchan al lector. Con multitud de matices y desarrollo, la personalidad de Juan tiene varios puntos de apoyo. La conquista de América y la imagen de su esposa le evocarán recuerdos, que poco a poco irán siendo sustituidos por pensamientos encaminados hacia el indio Juan y un viaje que parece no tener fin. Se aprecia un gran trabajo de desarrollo por parte del autor hacia un personaje vivo, que evoluciona en cada página a la par que el lector.
El indio Juan es el pretexto con el que comienza la narrativa. Consiguió traducir un importante documento eclesiástico del latín al castellano, siendo condenado por ello como hereje. Fugado del monasterio en el que vivía como monje, se convierte en una suerte de enemigo público de la corona de Castilla. A raíz de ser buscado por el otro Juan, poco a poco el indio irá convirtiéndose en un ideal, una figura a la que dirigirse en momentos de desesperación y de soledad. Alguien que ha prometido traer esperanza a todos, hasta al propio Juan en su deseo de apresarle. La travesía en pos del indio Juan se irá haciendo cada vez más presente en la cabeza del soldado y del lector. Transmigrando página a página la conciencia de este personaje: de un monje con mentalidad más propia de nuestro siglo a una figura inmaterial y revolucionaria que está en todas partes y en ninguna al mismo tiempo.
Técnica
Gómez Bárcena dibuja un paisaje ininterrumpido mediante un narrador en tercera persona: que discurre desde la Castilla de la Conquista hasta los Estados Unidos de Donald Trump, haciendo avanzar la trama en tiempo, espacio y mente de un lector que asiste a un gran espectáculo narrativo. Una narrativa con mucha reflexión y bellas descripciones no está reñida con una historia que avanza al ritmo que el autor desea, cuando cada detalle cosido al milímetro. Cada palabra está elegida y encajada en la voz del protagonista como lo harían las piezas de un puzzle. Una novela narrada en tiempo presente, cada página es una declaración de intenciones en la que descubriremos un pedazo más de Juan, de su viaje y en qué consiste la atemporal obra y palabra del indio Juan.
El libro tiene como personajes principales a los dos Juan. Juan se verá rodeado de un amplísimo surtido de personajes secundarios. Todos estos secundarios gozan de una caracterización exquisita y personalidad propia sin dar lugar a error alguno.
La ambientación es una maravilla, permitiendo visualizar, como si fuéramos un elemento más de la narración: el interior de tabernas oscuras y llenas de borrachos y lugareños, el desierto, las llanuras interminables o los imponentes montes y parajes de Sudamérica.
A destacar
La ambientación y caracterización de personajes. Icónicos, adecuados a cada época, con gran trabajo en las voces, Gómez Bárcena propone una voz narrativa que nos lleva desde paisajes naturales en los que podremos sentir hambre o calor con Juan, a tugurios infectos o cárceles con escasa ventilación, entre otros, en los que hasta al lector le costará respirar.
Una trama principal que avanza paso a paso, página a página, a la vez que Juan. Que se detiene en los pueblos por los que una vez anduvo el indio acusado de herejía, y acelerando sobre la grupa de caballos, encima de un tren o en el interior de un coche. Junto a este hilo principal, existen varias pequeñas tramas secundarias que van avanzando con el narrador, y que ayudarán a que la acción avance sin sensación de estancamiento. En estos arcos argumentales secundarios, tendremos oportunidad de conocer a personajes icónicos y de visitar lugares mano a mano con nuestro protagonista.
Es un libro que propone de forma excelente una voz como narrador, envolviéndola de todo lo necesario para que la trama sea creíble, llenándola de detalles, poblando de matices hasta el aspecto más pequeño, consiguiendo una lectura placentera y de gran calado.
Disgustos
En su viaje, Juan parte hacia el norte. Siempre hacia el norte. Buscando a un hombre con su mismo nombre, con el que llegará a empatizar en más de una ocasión y cuestionarse el motivo mismo de su viaje. Sin embargo, y a pesar de ser algo que podría destacar, acabaremos sintiendo algo de desesperación cada vez que los dos Juan juegan al tira y afloja sin llegar a encontrarse en algunos puntos de la novela. El diálogo de la novela, planteado mediante narración en lugar de con rayas de diálogo en algunas partes de la mitad de la novela genera sensación de falta de fluidez. Sin embargo, insisto que esto podría ser considerado un acierto por parte del autor, ya que en esos momentos el propio Juan siente desesperación al no encontrar al indio Juan en ninguna parte por más que busca.
Valoración personal
10 /10
Una vez más, Juan Gómez Bárcena propone una narrativa ágil, llena de matices y personajes cuidados con mimo. Convirtiendo estas marcas como referentes en sus novelas, el autor propone una historia de gran complejidad y creíble, dibujando un hilo argumental sencillo de seguir. El lector se convertirá en Juan persiguiendo a Juan, sufriendo con él, padeciendo sus calamidades. Nuestros serán sus ojos y oídos, y nuestras serán las imágenes y personajes que encontremos durante un viaje hacia el norte que también acabará siendo nuestro.
Un autor recomendable, que nunca falla y con una prosa exquisita.
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