viernes, 23 de julio de 2021

Nuesta parte de noche - Mariana Enríquez



Argumento

Un padre y un hijo atraviesan Argentina por carretera, desde Buenos Aires hacia las cataratas de Iguazú, en la frontera norte con Brasil. Son los años de la junta militar, hay controles de soldados armados y tensión en el ambiente. El hijo se llama Gaspar y el padre trata de protegerlo del destino que le ha sido asignado. La madre murió en circunstancias poco claras, en un accidente que acaso no lo fue.

Como su padre, Gaspar está llamado a ser un médium en una sociedad secreta, la Orden, que contacta con la Oscuridad en busca de la vida eterna mediante atroces rituales. En ellos es vital disponer de un médium, pero el destino de estos seres dotados de poderes especiales es cruel, porque su desgaste físico y mental es rápido e implacable. Los orígenes de la Orden, regida por la poderosa familia de la madre de Gaspar, se remontan a siglos atrás, cuando el conocimiento de la Oscuridad llegó desde el corazón de África a Inglaterra y desde allí se extendió hasta Argentina.


Personajes

En nuestra parte de noche destaca la ambivalencia de los personajes: todos parecen tener un lado oscuro, que según el personaje se acentúa más o menos, además del amor que sienten entre ellos. Todo ello hace relucir la profundidad psicológica y sentimental con la que Maria Enríquez viste a sus personajes. Me gustó personalmente el personaje de Gaspar: siendo al comenzar la novela un niño tan pequeño, cuenta con una capacidad tan grande de sentir y de vivir en un mundo que aún no comprende, habiendo muerto su madre hace poco, teniendo a su padre al borde de la muerte y en una familia que no le gusta ni le trata bien. La soledad en la que está inmerso en su día a día, tratando de llamar la atención de su padre sin demasiado éxito. Cómo trata de cumplir su voluntad a pesar de tener miedo y no entender qué está pasando. Su familia tratando de utilizarlo disfrazando de juegos la verdadera intención con el crío… Todas y cada una de estas experiencias por las que pasa Gaspar hacen de él un personaje redondo y con el que empatizamos rápido. Enríquez le dedica el tercer capítulo de la novela. Un niño que se sabe diferente y sabe que su padre es alguien peculiar, pero no alcanzar a comprender el porqué. Gaspar crece sin saber por qué su padre se comporta de ese modo tan extraño: intercambiando buenos momentos y cariño con una actitud huraña, llegando en muchos momentos de la novela al maltrato físico. Gaspar vive todo este proceso de enfermedad de su padre, la que le conduce de forma inexorable hasta su muerte. El terror de ver cómo su padre se muere, mientras vive episodios de lo que a todas luces sería un maltrato, desde la óptica de un niño pequeño que no es del todo consciente del mundo que le rodea es algo con lo que Maria Enríquez consigue estremecernos.

Maria Enríquez construye el resto de personajes con detalle, dotándolos de multitud de grises y con una voz fácilmente distinguible. Todos tienen sus miedos particulares, que se van entremezclando con un terror hacia elementos más tradicionales relacionados con la trama principal. Cada uno de los personajes cuenta con una trama particular más secundaria, que entronca con el hilo principal de la novela. 

Un hecho interesante es que el libro está dividido en varios capítulos, cada uno contado bajo el punto de vista de un personaje distinto en un momento del tiempo diferente. Esto consigue que veamos cómo cambian los personajes a lo largo de la novela, además de comprender el punto de vista de los demás. 

Todos los personajes evolucionan y cambian según pasan las páginas de la novela, con lo que vemos el gran trabajo que realiza la autora en la construcción de los mismos.


Técnica

Nuestra parte de noche está escrita en una mezcla de estilos directo e indirecto y tiempo pasado. Veremos a un narrador en tercera persona que contará una historia cargada de simbología con una prosa muy visual.

La novela provoca impaciencia, dado el ritmo lento con el que transcurre la historia. Sentiremos necesidad por devorar sus páginas en busca de respuestas que Mariana Enríquez va soltando con cuentagotas. Mientras descubrimos la siguiente perla de información, recorreremos el camino de Juan y Gaspar, huyendo de la Orden de la que forman parte Juan y Tali, el culto a la Oscuridad y cuál es el papel de Juan como médium de la Orden y de Gaspar como su futuro heredero. En unas pocas páginas, la autora consigue sentar las bases de la novela a la vez que nos obliga a mantener la calma. Sentiremos cómo la autora nos agarra de los hombros, obligándonos a sentarnos y seguir leyendo en busca de más información. Esto es interesante, ya que la novela se va desarrollando a ritmo lento, planteándonos muchísimos enigmas que muy poco a poco iremos consiguiendo resolver.

Enríquez reúne a modo de congregación todos los tipos de terror. Nos encontramos ante una autora que consigue desdibujar las fronteras de lo que conocemos como género del horror, consiguiendo transmitir angustia y desazón desde todos los frentes posibles: ya sea por la historia dramática de Juan y Gaspar, con su peculiar relación padre hijo. Por otro lado, veremos a la misteriosa Orden y cómo Juan trata por todos los medios de proteger a su hijo de su destino, aunque se siente tentado por ese mismo poder y se niega a abandonarlo. Nuestra parte de noche recuerda a Lovecraft, en ese ejercicio de locura y de terror hacia lo desconocido, y de cómo el ser humano se siente insignificante ante la presencia de poderes y dioses que apenas reparan en nosotros por pura indiferencia. Un terror que a veces es onírico, rozando la locura que rodea el miedo hacia cuestiones más mundanas: como la muerte de una esposa o de una madre, o la preocupación irracional por la seguridad de un hijo. Otras veces, Mariana Enríquez nos muestra algunos de sus monstruos: demonios o espectros que son capaces de destruirnos o de hacernos perder la cordura con sólo mirarnos o estar ante su presencia. Nuestra parte de noche también recuerda a King, poniendo en varios momentos el foco narrativo sobre el pequeño Gaspar y su grupo de amigos enfrentándose hacia un terror desconocido dentro de una casa embrujada.

La autora consigue mezclar de forma brillante un terror tradicional, basado en presencias físicas con las que los protagonistas pueden interactuar, con un terror onírico o psicológico más vanguardista y más basado en obsesiones y miedos internos de sus personajes.

La primera parte la protagoniza Juan y trata sobre la Orden y el culto de la Sombra y a la Oscuridad, junto con la familia de Gaspar buscando un médium. Este primer avance sirve para contextualizar la novela. Enríquez nos presenta su propuesta narrativa, el ritmo con el que se van a desarrollar los hechos y, sobre todo, obligarnos a no perder detalle de nada de lo que ocurra. Otro aspecto interesante de la novela es que no hay nada metido con calzador o que sobre. A pesar de contar con casi 700 páginas, Nuestra parte de noche aprovecha todas y cada una de las páginas. Todo es relevante y cada detalle que nos cuenten tendrá su importancia en algún momento de la novela.

El segundo capítulo dura apenas unas pocas páginas con las que el doctor Bradfort se entrega a la Oscuridad y cuenta cómo descubrió a Juan, operándolo y asumiendo su cuidado dado su delicado estado de salud.

La tercera parte trata sobre Gaspar, con su particular visión del mundo que le rodea: sin comprender, con la inocencia de un niño contaminada por la dureza y la madurez que provocan una vida que no le correspondería vivir a su edad. La enfermedad de su padre, los episodios de maltrato que se van haciendo cada vez más frecuentes a medida que avanza la novela, la preocupación de qué va a ser de él una vez su padre muera, el miedo a la soledad…Creo que Mariana Enríquez consigue dar una vuelta de tuerca más , logrando que sintamos terror y angustia al ponernos en la piel del pequeño Gaspar. Experiencias demoledoras que harían perder la compostura a cualquiera desde la óptica de un niño, y dejando por el camino frases lapidarias como:

“Ser huérfano es eso: tener cajitas con cenizas y no saber qué hacer con ellas”.

El siguiente capítulo trata sobre Rosario, madre de Gaspar y esposa de Juan, y sobre su vida desde pequeña cuando vino Juan a su familia, su descubrimiento y la vida como estudiante en Londres. Lo interesante de este capítulo es el tratamiento y la interpretación del personaje de Juan desde la óptica de Rosario. A través de este personaje comprenderemos cómo es la vida de un iniciado en la Orden: costumbres, leyes y el crecimiento dentro del culto. Todo ello ayuda a desarrollar la trama secundaria mediante el pasado de los personajes. También veremos una faceta más del personaje de Juan: cómo, a pesar de la crueldad de páginas anteriores, es capaz de amar a Rosario. 

A continuación comienza un capítulo sobre una investigación relacionada con un pozo lleno de huesos de víctimas de la guerra, del golpe de Estado, de la lucha entre el Ejército de Liberación y el Ejército Argentino. La historia del pozo parece tener relación con la familia de nuestros protagonistas: la familia Reyes Bradfort. Este capítulo ayuda a dar mucha profundidad y aumentar la ya exagerada dimensión de la trama que ha compuesto Mariana Enríquez, incorporando tintes y matices políticos que mezcla con artesanía con la trama de terror. El capítulo conecta con varias tramas secundarias y actúa a modo de recordatorio de algunos hechos sucedidos en capítulos anteriores. Además, el hecho de que los personajes sientan terror hacia elementos mundanos consigue que la trama nos deje poso, pudiendo empatizar aún más con los personajes. También sirve de sustento para poder desarrollar toda la trama fantástica y de terror en una base sólida de realidad.


A destacar

La prosa tan visual e impactante: Mariana Enríquez dispone una prosa de estilo muy visual, consiguiendo que nos situemos en los mundos de pesadilla a los acceden sus personajes. Las incursiones en ese Otro lugar serán una experiencia terrorífica que nos transmite angustia y terror hacia lo desconocido, haciéndonos partícipes del desconocimiento de los personajes hacia lo que ocurre. 

Mezcla de géneros de terror: tradicional (elementos físicos) y vanguardista (obsesiones y fobias), este baile de estilos que la autora desarrolla con maestría es una delicia para el lector

Desarrollo y ambivalencia de los personajes, que Enríquez dibuja con multitud de grises y aristas, además de que todos los personajes tienen una voz que distinguimos con facilidad sin necesidad de mayor indicación. 


Disgustos

No creo que esta novela tenga algo negativo a destacar. Más allá de que te pueda gustar más otro libro por mero gusto personal.


Valoración: ✨✨

Nuestra parte de noche es una propuesta sólida, en la que tienen cabida todo tipo de horrores. Una novela que disfrutarán tanto los amantes habituales del género del terror como los no habituales. Los personajes están desarrollados a la perfección, con voz y profundidad increíbles. La ambientación y la trama incluyen elementos que recuerdan a Lovecraft o King, entre otros, además de mezclar con maestría varios géneros del terror en una misma novela: desde un terror más tradicional, basado en elementos físicos que los personajes pueden ver y sentir, a un horror más psicológico y fundamentado lo cotidiano, fobias, obsesiones y miedos personales de cada personaje.

La autora presenta una novela de prosa muy visual que resulta impactante desde el inicio. Poco a poco iremos sumergiéndonos en el mundo de la Orden, comprendiendo hasta qué punto llega el poder de Juan como médium y su lucha con la secta, y cómo trata de proteger a su hijo de su destino. La ambivalencia de los personajes también es un elemento a destacar, lo que consigue aumentar su credibilidad y que sintamos empatía hacia ellos.

Es el primer libro que leo de la autora y ha sido un descubrimiento maravilloso. Estoy seguro que Mariana Enríquez es y será la revolución del género del terror en los próximos años.

Una novela de las imprescindibles dentro del género, y una propuesta muy sólida y disfrutable si no eres lector habitual del terror. 


domingo, 11 de julio de 2021

Apocalipsis - Stephen King


Argumento

Un virus gripal, creado artificialmente como posible arma bacteriológica, se extiende por Estados Unidos y el mundo, provocando la muerte de la mayor parte de la población. Los supervivientes tienen sueños comunes, en los que aparece una anciana y un hombre joven. La mujer anciana los incita a viajar a Nebraska para combatir a Randall Flagg, un abominable personaje que lidera las fuerzas del mal y busca la aniquilación definitiva de la humanidad mediante un temible arsenal nuclear.


Personajes

Uno de los aspectos que llama la atención al comenzar Apocalipsis es la cantidad de personajes nada más comenzar la novela. Aunque todos parecen estar entrelazados y te haces rápido una composición de lugar, es un poco confuso al principio al no conocer a ninguno de ellos. King vuelve a hacer gala de una de sus señas de identidad, desarrollando y construyendo de forma impecable a los personajes hasta el nivel que requiere la novela. 

La trama principal, el virus de la gripe conocida como el Capitán trotamundos, avanza sin entretenerse en descripciones innecesarias, y siempre a través de las tramas secundarias de todos los personajes. King consigue trasladarnos todos los miedos y dudas de los personajes ante una situación y un contexto tan preocupante como es un virus desconocido que acaba matando a casi todo el mundo.

Durante la primera parte de la novela, el autor consigue hacernos ver el terror y el desconcierto que sienten sus personajes ante la llegada de un virus que aniquila a la humanidad. Hay que reconocer que la novela gana bastante impacto al leerse en la situación de pandemia COVID en la que nos encontramos. Esto es algo que como lector da absoluto pavor, ya que reconoceremos los pasos y cómo la enfermedad se abrió pasó y derrumbó ciertas costumbres que habíamos normalizado como sociedad. El papel de los medios de comunicación, cómo los gobiernos trataron de silenciar la pandemia en un principio y después no les quedó más remedio que rendirse a ella, cierto sector de la población negacionista hablando sobre el virus como la gran mentira del gobierno y del gran plan para matarnos… Todas y cada una de las situaciones que hemos vivido durante estos meses de emergencia sanitaria son descritas a la perfección por el autor con un detalle importante: el libro está escrito hace más de 40 años. Todo ello hace de la primera parte uno de los mejores inicios de novela del autor, para mi gusto.


Técnica

Apocalipsis consigue introducirnos en la dinámica de la novela a las pocas páginas. Basta el primer capítulo de prólogo para que comprendamos que algo no marcha como debería y captas el miedo que hay en el ambiente. En la época de pandemia por COVID me hizo pensar en el inicio de la pandemia cuando había un temor generalizado al no saber contra qué nos enfrentábamos y cómo de grave sería el virus. En este caso parece ser un virus con una mortalidad del 99,4%. El inicio de la novela consigue que sintamos el miedo de sus protagonistas hacia lo desconocido, hacia una enfermedad que no saben qué es y si les puede causar la muerte. Pero sin duda el libro gana mucho al leerse en esta época. Un escalofrío recorre tu espalda cuando te retrotraes la inicio de la pandemia y cuáles han sido las consecuencias de ésta.

King construye una trama que da verdadero pavor. Vemos que los personajes sufren, tanto aquellos que padecen la enfermedad como los que no. 

La segunda de parte de la novela comienza una vez el virus termina de aniquilar a casi toda la humanidad. Comprende el viaje de los personajes desde sus ciudades/pueblos donde vivían antes de la epidemia hasta reunirse ya sea con la madre Abigail o con Randal Flagg. El inconveniente que encontré es la cantidad de páginas que destina King a este capítulo. Y  es que son 700-800 páginas para realizar el viaje, lo que provoca pesadez en el lector, ya que no hay acción apenas. El único atractivo de esta segunda parte son los sueños en común que tienen los personajes, aunque queda claro a las pocas páginas de comenzar el capítulo. Al final, esta segunda parte queda prácticamente vacía en cuanto a tensión narrativa y los sueños de los protagonistas o las escasas apariciones del hombre oscuro no sostienen la trama principal. Sin embargo, conseguiremos conocer muchísimo a los personajes que intervienen en la novela. Ésta y no otra parece ser la apuesta de King para este tramo del libro y para la novela en sí misma.

La tercera parte de la novela comienza en el momento en el que los supervivientes al virus se han reunido en lugar común: ya sea en el este en Nevada con la madre Abigail o en Las Vegas con el hombre oscuro. En este tramo de la novela, los personajes abordarán todos los aspectos relacionados con la organización política y territorial en la comuna de supervivientes. Con esta parte se constata que más que un libro sobre un virus aniquilando a la humanidad, más bien nos encontramos ante una novela que relata la reconstrucción de una sociedad después de una catástrofe. En este caso fue un virus, pero bien podría haber sido cualquier otra amenaza. Muy alejada del género del terror una vez transcurrida la primera parte de la novela. Esta parte dura unas 200 páginas más o menos.

El cuarto capítulo de la novela comienza en la página 1246, con un evento catastrófico provocado por Flagg en la Zona Libre, nombre con el que los supervivientes han bautizado a su asentamiento. Esto da pie a la última parte de la novela, en la que se produce la confrontación entre los supervivientes del virus y Randal Flagg. Aunque, como viene siendo habitual en el autor, el final es repentino y poco convincente. King se vale de un Deus ex Machina para cerrar un libro que parece estar compuesto de dos novelas complementarias: la aniquilación de la humanidad por un virus y cómo la humanidad trata de reconstruirse. La primera novela la encuadramos en el género de terror, y casi me atrevería a decir que es de lo más terrorífico que le he leído a King. La segunda novela, por el contrario, fluye entre el drama de si conseguirán vencer al hombre oscuro y la preocupación por construir un asentamiento con el que iniciar la repoblación del planeta y un punto de partida para una nueva humanidad. 

Esta segunda novela contiene varias reflexiones sobre nuestro concepto de sociedad muy interesantes. A pesar de contar con tantos personajes, la voz principal la lleva un grupo de personajes muy carismático. King consigue construir un elenco de personajes con una profundidad colosal. Personajes llenos de aristas y con los que empatizamos a la perfección. Como viene siendo habitual en el genio de Maine, King se caracteriza por un gran desarrollo de personajes, a los que dota de voz propia y una vulnerabilidad que hace posible que el lector los perciba como creíbles. La trama es sólida y bien construida en una primera parte impecable. Por su parte, la segunda novela está bastante alejada de la expectativa que tenía para el libro. Disfruté tanto de la primera parte que se me hizo demasiado corta. La reconstrucción de la humanidad es un tema apasionante, pero no algo por lo que leería a King. Creo que King es un autor que consigue hacernos sentir el miedo de sus personajes y su fragilidad ante la situación que viven. La organización política y social de una sociedad es un tema que como trama no constituye un reclamo en este escritor, en mi opinión. Personalmente, busco a King por la habilidad para crear mundos y situaciones terroríficas: cuya habilidad deja patente en la primera parte de la novela.


A destacar

El inicio de la novela es de los mejores comienzos del autor, por no decir el mejor de todos los que llevo leídos hasta ahora. King pasará a la historia del género del terror como uno de los primeros escritores que introduce lo cotidiano como elemento de base para construir sus tramas de horror. La destrucción de la raza humana, vivida a través de las vidas de unos personajes que viven desconcertados, sin saber si son o no inmunes. El papel del gobierno por silenciar a los medios de comunicación, el ejército tratando de establecer el orden de manera inútil, muerte y desolación, la soledad de los supervivientes… Esta primera parte de  Apocalipsis es de lo mejor que he leído en este género sin ninguna duda. 

Por otro lado, y como viene siendo habitual, King saca a relucir en su máxima expresión un desarrollo de personajes a nivel de maestro. La voz que King otorga a cada personaje, sus preocupaciones, anhelos y la manera particular de cada uno de vivir los sueños en un ambiente apocalíptico, el de Maine deja claro cuál es su especialidad en esta novela una vez más, y si buscas a King por algo más que el género del terror, disfrutarás de lo lindo viendo cómo sus personajes interactúan entre sí.  


Disgustos

El libro presenta de golpe demasiados personajes que, a pesar de estar bien construidos, no son demasiado relevantes en su mayoría al morir casi todos por la gripe.  Llega un momento de la novela en que nos quedamos apenas con cuatro o cinco personajes que King desarrolla, pero poco a poco aparecen más supervivientes al virus. El resultado es indiferencia, porque incluso algunos supervivientes mueren por causas ajenas al virus, por lo que al final la opción que tomas como lector por inercia es la de “no casarte con nadie”, por si acaso ese personaje acaba muriendo y habiendo tantos más.

El gran reclamo de la novela tarda demasiado en aparecer y desarrollarse. Los sueños en común que tienen los supervivientes, las apariciones de Randal Flagg, el hombre oscuro y la vieja Abigail… El impacto tan grande del virus acaba diluyéndose una vez pasadas las 300 páginas hasta que surgen los siguientes puntos de acción de la novela: que ni siquiera los supervivientes están del todo a salvo y descubrir que todos los supervivientes al virus tienen sueños comunes. Hacia la mitad del libro aún se sabe más bien poco, después de haber leído alrededor de 800 páginas. 

Nos encontramos ante una novela que relata la reconstrucción de una sociedad después de una catástrofe. En este caso fue un virus, pero bien podría haber sido cualquier otra amenaza.

Muy alejada del género del terror una vez transcurrida la primera parte de la novela. 

El final es uno más del estilo de King: en este caso un deus ex machina, rápido, simple, poco convincente y para colmo se ve venir. A falta de unas pocas páginas para concluir la novela no ves ninguna posibilidad de que los personajes triunfen, por lo que la utilización de este recurso como comodín es la única alternativa del autor para ponerle el punto y final. 


Valoración 🌟🌟

Apocalipsis comienza con una  propuesta terrorífica, una de las más brillantes del autor para mi gusto: un virus de la gripe letal que aniquila al 99% de la humanidad. En esta primera parte de la novela sentiremos la desolación por la que pasan sus personajes: saber si son o no inmunes, el papel del gobierno queriendo silenciar a noticiarios, el ejército tratando de establecer el orden en las calles y aislando ciudades en cuarentena, desinformación a nivel general y sin olvidar la soledad de los supervivientes aislados. Esta primera parte de  Apocalipsis es de lo mejor que he leído en este género sin ninguna duda. La novela gana muchísimo de leerse en la época de emergencia sanitaria que estamos atravesando debido al COVID, y es aterrador pensar cómo King ha reproducido todos y cada uno de los estadios de la pandemia actual en el año 1978 que publicó la novela, incluso la existencia de negacionistas tratando de convencer al resto de la población sobre que el virus es una gran mentira del gobierno.

Por desgracia, una vez concluido este primer episodio, comienza lo que parece un libro totalmente diferente y en las antípodas de la propuesta inicial, además de bastante más extensa. Cuando el virus ha terminado de matar a prácticamente toda la humanidad, los supervivientes comienzan a deambular por el mundo guiados por unos extraños sueños. Esto les hace moverse hacia una dirección: el Este para los protagonistas y al Oeste para los villanos. El problema de este episodio es que el autor destina demasiadas páginas para desarrollar a los personajes, sacrificando la trama. En lugar de un libro encuadrado en el género del terror, a partir de la página 300 que concluye la primera parte, la novela pasará a tratar sobre la reconstrucción socioeconómica de la humanidad mediante la construcción de un asentamiento. Una segunda parte sin apenas tensión narrativa y pocos momentos de interés, consiguiendo diluir el impacto del planteamiento inicial, ya que pasan varios cientos de páginas desde que acaba el episodio del virus hasta que llegan al asentamiento.

Apocalipsis es una novela que reúne lo mejor y lo peor del genio de Maine. Un inicio terrorífico, dinámico, en el que veremos cómo los elementos cotidianos pueden asustar mucho más que un monstruo del terror clásico, además de personajes desarrollados de manera impoluta y con multitud de aristas. Sin embargo, la segunda parte constituye una proposición que acaba resultando soporífera. Desde luego este libro no dejará indiferente a nadie. Personalmente esperaba más de la primera parte, que se me hizo demasiado corta. 

Apocalipsis pasa por ser la mejor novela del autor para un gran sector de la crítica. Para mi gusto, las primeras 300-350 páginas puede ser lo mejor que ha escrito el genio de Maine.

Recomendable si asumes que la novela tiene casi 1700 páginas y contiene dos novelas complementarias: la primera con la que pasa por ser la mejor propuesta de terror de King, y una segunda alejada de lo que el autor nos tiene acostumbrados.


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