martes, 6 de octubre de 2020

La niebla - Stephen King

Tres narraciones espeluznantes escritas por el maestro del terror contemporáneo. El talento de Stephen King convierte las situaciones más insólitas en verosímiles, presentando personajes de carne y hueso que se debaten contra las aterradoras formas que adopta el mal.


La niebla

Cuento que comienza con la llegada de una tormenta muy virulenta. Después de la misma, una niebla misteriosa empieza a extenderse por el pueblo donde ocurre la acción narrativa. 

Lo más destacable es cómo poco a poco el cuento va ganando tensión y suspense a medida que la niebla va avanzando. Un supermercado será el refugio, y puede que último bastión, de los que parecen ser los supervivientes de la humanidad. Algo se esconde en la niebla: criaturas y engendros de todo tipo se irán intuyendo a través de la niebla. En lo que parece ser un guiño al genio de Providence, se menciona puntualmente a Lovecraft, a sus monstruos y dioses.

Los seres que habitan en la niebla tienen cierta reminiscencia a los monstruos lovecraftianos. Este gesto de King hacia lo que reconoce como influencia es un detalle elegante. 

Detrás de toda la trama parece estar el conocido proyecto Punta de Flecha. No se especifica demasiado sobre el mismo: unos experimentos secretos a cargo del Estado que no dan el resultado esperado. Una especie de secreto a voces en el pueblo en el que viven los protagonistas. Ni siquiera los protagonistas están seguros de ello.


Técnica

La niebla es un cuento que bien podría pasar por novela dada su extensión. Con cerca de 200 páginas, King nos traslada una historia en la que vemos un gran trabajo de ambientación. En este cuento es más importante lo que no vemos que aquello que narra el autor. Ni siquiera podremos ver con claridad a qué se enfrentan nuestros protagonistas, al estar todo cubierto por la niebla.

Los personajes no son tan reseñables como sí lo es el conjunto de la obra. David Drayton es el protagonista de una historia en la que hace de cronista. Con un narrador en primera persona en tiempo pasado, iremos avanzando en la crónica del viaje de la mano de David. El estilo es directo, lo que se agradece al leer.  A pesar de los tintes sobrenaturales que coge el relato, King imprime una narrativa vanguardista: sin entretenerse demasiado en descripciones. 

La trama principal viene acompañadas de algunos hilos secundarios. Sin embargo, estas tratan más sobre temas no resueltos en el cuento. Todo lo relativo al proyecto Punta de Flecha y los monstruos me da la sensación que King lo resolverá en otros libros. Más allá de eso no hay muchos más temas secundarios a tratar en la historia. Tampoco son necesarios, y es por esto, en mi opinión, por lo que este relato coge la denominación de cuento como tal en lugar de novela.

El final de la novela es abierto. Todo parece indicar que el cuento está dentro de un universo creado por King. La niebla es mi tercer libro de Stephen King, pero estoy seguro que volveré a leer sobre el Proyecto Punta de Flecha y estos monstruos de los que poco hemos podido leer al ser prácticamente invisibles.


El mono: 

Un juguete maldito omnipresente atormenta la vida de su protagonista. Hal Shelbun encuentra en un día de su niñez un mono de juguete en el desván. Casi desde el primer momento, Hal desarrolla un asco visceral hacia el mono y al sonido de sus platillos. Alucina con que le habla, con que le persigue. Con varios intentos frustrados, Hal intenta deshacerse del juegue embrujado, pero aquel sonido de platillos siempre vuelve. Hal acaba comprendiendo que el mono no debe tocar sus platillos. La muerte parece envolver la figura de aquel juguete, y a todos los que le rodean.


Técnica

En este cuento vemos un trabajo excelente de King para trasladar el miedo de su protagonista hacia un objeto concreto. Sentiremos angustia, una atmósfera opresiva rodea la figura del mono. Esto es lo más destacable de la historia. Aunque de final algo predecible, es una historia que se lee muy bien: narrativa ágil, poquitos personajes que cumplen bien con su función y un objeto que hace las veces de villano y a la vez de protagonista. Sin duda una perspectiva de terror bastante original.


El atajo de la señora Todd

Esta vez, King nos ofrece un cuento de corte más misterioso y fantástico, alejado del terror al que acostumbra. En un pueblo llamado Castle Rock, Homer, el mayordomo de una familia adinerada nos cuenta la historia de Ophelia Todd. Ophelia es una mujer indómita y apasionada del motor. Homer nos contará las carreras, el gusto por los atajos y la pasión por la velocidad de Ophelia. El día que Ophelia le ofrece a Homer acompañarla a uno de sus viajes verá que hay algo sobrenatural en el Mercedes de la señora Todd y en sus viajes. 


Técnica

Una historia de corte más fantástico y misteriosa que contrasta con las otras dos del libro, más encaminadas hacia el terror más tradicional. Creo que este cuento hay que leerlo teniendo en cuenta el contexto y el año en que es publicado, y esto es lo más importante. Ophelia es un personaje que a día de hoy no resultaría tan llamativo: una mujer que le gusta la velocidad y el motor. El atajo de la señora Todd es publicado a mediados de los años 80. En aquel momento, la sociedad no estaba tan acostumbrada al feminismo como estamos a día de hoy. Tanto es así que en las notas al final de la novela, King nos cuenta que hasta tres revistas destinadas a público femenino en la época rechazaron publicar el cuento por diversas razones. 

Con todo ello, el cuento rompe con lo que nos tiene acostumbrados King, pero resulta efectivo: los viajes por los bosques de Ophelia Todd y la ambientación fantástica entretienen y funciona. 


A destacar

Lo que más destaco de este volumen es el gran registro con el que cuenta Stephen King. Mediante estos tres cuentos, el de Maine nos enseña que no es sólo un buen escritor de novelas, sino también de cuentos y relatos breves. Con La niebla vemos un cuento de perspectiva de terror más clásico, mientras que en El mono veremos un terror más vanguardista y con foco más original: proyectando el miedo y la atmósfera alrededor de un objeto. Mediante estas dos historias, King se perfila como un maestro en cuanto a técnicas narrativas. En El atajo de la señora Todd vemos una historia más breve algo distanciada del terror y más encaminada a la fantasía y ciencia ficción.

Todas las historias funcionan. Las tres son cuentos diferentes, con técnicas diferentes y en todas conseguiremos empatizar con sus personajes: sentiremos angustia en el supermercado al ver avanzar la niebla, nos dará asco y repelús al escuchar sus platillos y veremos mundos fantásticos y retorcidos en el Mercedes de Ophelia Todd.

 

Disgustos

Quizá lo peor de este cuento es tener que cambiar de un cuento a otro. En una novela nos acostumbramos a sus personajes, respiramos sus problemas y caminamos por sus paisajes. Al ser tres historias breves, y dos de ellas con finales abiertos, nos quedaremos con ganas de saber más. El Proyecto Punta de flecha en La niebla es un reclamo enigmático. Y justo cuando parece que vamos a saber más el cuento avanza y termina en un final demasiado abierto. Por otro lado, a pesar de su originalidad, El mono tiene un final algo predecible, y El atajo de la señora Todd a día de hoy es un cuento que no sorprende demasiado más allá de los pasajes de carrera por el bosque. Hay que tener presente el contexto en el que se publicó en su día el cuento para comprenderlo, y puede haber gente que no acepte el esfuerzo de situarse en el contexto de una época anterior a la actual.


Valoración: 8 /10

La niebla es un volumen de cuentos del que disfrutaremos. El autor hace gala de un gran registro, y nos demuestra que es capaz de generar terror e interés en sus lectores a través de muchas vías. Desde elementos más lovecraftianos y un terror más tradicional, pasando por un terror proyectado hacia objetos y corriendo a toda velocidad por paisajes de pesadilla. Stephen King nos ofrece tres perspectivas diferentes para vivir terror. Todas las historias funcionan a la perfección y nos dejarán con ganas de saber más. Agarrados de su brazo, el maestro de Maine nos sumergirá en terror como acostumbra: sin florituras, sin vacilar y dando prioridad a la historia mediante unos personajes bien construidos.

Si buscas una lectura variada y original, desde luego en La niebla encontrarás una gran alternativa.

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