domingo, 27 de septiembre de 2020

El cuarto mono - J. D. Barker

Argumento

El detective de la policía de Chicago Sam Porter investiga el caso de un hombre atropellado, pues los indicios en la escena del crimen apuntan a que se trata de El Cuarto Mono, un asesino en serie que ha estado aterrorizando la ciudad. Su modus operandi consistía en enviar tres cajas blancas a los padres de las víctimas que secuestra y mata: una primera con una oreja, una segunda con los dos ojos, y otra con la lengua; y finalmente dejar abandonado el cuerpo sin vida en algún lugar.

El hombre atropellado llevaba una de esas cajas blancas. Se inicia así una frenética carrera contrarreloj para encontrar a la víctima antes de que sea demasiado tarde.


Personajes

La estructura del libro está fundamentada a través de tres personajes. Mediante ellos iremos conociendo tanto la narrativa principal (encontrar al Cuarto Mono) como varias tramas secundarias que completan la historia a la perfección. 

Sam Porter es un detective de la policía de Chicago. Con un pasado que le persigue, Sam recibe una llamada de su compañero, el detective Nash, convocándole con urgencia: un autobús ha atropellado a un peatón que llevaba una de las cajas blancas características del asesino en serie conocido como El Cuarto Mono. Entre los objetos se encuentra un pequeño diario sobre la niñez del asesino. A través de él, Porter irá conociendo ciertos aspectos sobre la personalidad del enigmático asesino. Porter es un hombre calmado, metódico y comprometido con su trabajo. Porter tiene una estaca mental que la sentiremos como nuestra: la pérdida de un ser querido le atormentará durante toda la novela. Sam es un personaje completo, que respira y que tiene muy clara una meta con la que vive obsesionado: atrapar al asesino en serie que le lleva dando esquinazo durante cinco años consecutivos. 


Emory Connors es la hija de un magnate multimillonario del sector inmobiliario. Emory será la última víctima del Cuarto Mono. Con sólo 15 años, Emory librará una batalla cruenta contra su propia cabeza con el fin de aguantar cuerda el tiempo suficiente para sobrevivir y conseguir escapar. Insegura, aunque muy inteligente, la chica es puro miedo una vez despierta desnuda en una habitación oscura esposada a una camilla de hospital sin poder ver nada. No sabe dónde está ni cuándo ha sido secuestrada. Le falta una oreja. Presa del terror, comprenderá que ha sido secuestrada por el famoso asesino en serie. Sin comida ni agua, Emory lucha en todos sus capítulos para encontrar alguna manera de la habitación en la que está secuestrada. 

La personalidad de Emory se irá desmoronando a medida que pasan las páginas. En cada capítulo que leamos sobre ella, la chica caerá en barrena hacia la desesperación. Oye voces, imagina formas en la oscuridad y llora ante las torturas a las que le somete el asesino. La sensación de que en cualquier momento puede aparecer su asesino y quitarle los ojos o la mate atenaza a Emory. Un personaje que tiene una función muy clara: mostrarnos el presente: el modus operandi del asesino conocido como El Cuarto Mono. 


El resto de capítulos de la novela se reparten entre los diferentes personajes de la unidad de investigación que lidera Sam Porter y el diario del Cuarto Mono. El diario nos mostrará aspectos del origen del asesino: qué motivó el nacimiento del asesino, ayudando a cerrar una narrativa vasta en detalles. El diario es una fuente de tramas secundarias de la que beberá Sam Porter y el lector, ayudándonos a comprender la mente del asesino y ofreciendo una posible vía de continuación para el siguiente libro de la saga.

El resto de detectives de la unidad nos facilitarán más información: qué ocurre en otros puntos del mapa en los que no está nuestro protagonista. Además, Clair y el resto de detectives nos permitirán averiguar más detalles sobre la personalidad de Sam y sobre su pasado. Un surtido de personajes secundarios que hacen bien su papel.


Técnica

La novela propone una narrativa que oprime, que nos agarra por el cuello sin darnos respiro. Seguidos de los hallazgos que el detective Porter realice, los siguientes capítulos descubriremos en qué estado se encuentra Emory o un descubrimiento sobre la niñez tan turbia que vivió El Cuarto Mono a través de las páginas de su diario. Los capítulos irán intercalados, consiguiendo en el lector un deseo de devorar la novela y saber cada vez más.

El tono es directo, con personajes reales y una historia que se desarrolla en la actualidad, por lo que nos será fácil ubicarnos en el espacio y en el tiempo desde el inicio de la novela. Los tres tipos de capítulos poseen un narrador y estilo diferente: 

En los capítulos de Porter encontraremos un narrador omnisciente en tercera persona, que nos va guiando a través de la investigación que el detective y sus compañeros van realizando. El estilo empleado es más directo y sin adornos, además de imprimir un ritmo más frenético.

Por otro lado, en los capítulos de Emory veremos un narrador en tercera de un tipo diferente: de tipo más descriptivo, el narrador se limita a contar qué ocurre en la estancia en la que Emory está apresada. Sin más información que la propia Emory, sus capítulos serán un diálogo constante entre la propia chica y las voces que oye. Aquí encontraremos un tono oscuro y agrio, que nos hará sentir la desesperación de su protagonista. El ritmo es un poco más lento, aunque se entiende al estar reducida la acción narrativa a la cabeza de Emory y lo que ocurra dentro de las cuatro paredes en las que pasa toda la novela. 

Por último, el diario del Cuarto Mono es un texto en primera persona autobiográfico. Adornado con cierta épica, en el diario descubriremos aspectos importantes de la mente del asesino y de la trama en sí misma. El tono empleado se va encrudeciendo a medida que pasan las páginas del diario. Coronándose con un final inesperado, que conduce hacia el fin del libro. Con cierta temática gore, el autor conseguirá que sintamos cierto morbo sobre la vida de la familia en la que crece el asesino. El ritmo imprimido en estos capítulos será el más pausado de los tres.


Las tres vertientes de la novela desembocan en un final conjunto, coherente y que sacudirá al lector de pies a cabeza. Las últimas páginas nos llenarán la cabeza de dudas e incógnitas que nos harán preguntarnos sobre qué puede pasar en el siguiente libro de la trilogía. Merece la pena llegar al desenlace de la novela: en él concurren todas y cada una de las tramas narrativas presentadas, prolongando una línea narrativa difusa que sólo conduce hacia un camino: La quinta víctima, el siguiente volumen de la colección. Un gran trabajo por parte del autor.


A destacar

El Cuarto Mono es una novela adictiva: una novela que te agarra del cuello y no te suelta. De esas historias que te sacuden y no te dejan hasta que acabas con la última página.

El autor se vale de una narrativa muy ágil a través de varios personajes. Todos ellos cumpliendo un papel y guiándonos por los diferentes hilos narrativos.

La historia es compleja y está muy bien construida. No hay nada que esté de relleno o por estar. Cada página es una declaración de intenciones 

Personajes completos y que aportan: a todos los llega su momento para desempeñar un papel en la novela.

Las tramas secundarias están tan ligadas a la principal que muchas veces preferiremos saber de esos hilos secundarios antes que continuar con la narrativa principal. Además, todos los caminos narrativos están ligados hacia un final común, por lo que nunca tendremos sensación de desconexión de la historia.


Disgustos

Sam Porter es un personaje atormentado por su pasado. La historia del protagonista es relevante para la narrativa del libro, pero tardaremos algo de tiempo en descubrir qué le pasó al detective. No lo veo como un inconveniente: el resto de tramas secundarias que envuelven y acompañan a la primaria pesan y nos aportarán lo suficiente como para que no estemos tan preocupados por saber sobre Sam. Sin embargo, hasta que llegue el momento de saber, nos retorceremos al leer de todo menos sobre el protagonista. 

Sin embargo, J. D. Barker ha construido una novela en la que estaremos constantemente estimulados. Desde la primera a la última página, recibiremos de forma continua información sobre aspectos que nos encaminarán hacia el final de la novela. Desde luego, este aspecto no es algo que ver como algo negativo.


Valoración: 9,5


El Cuarto Mono es una novela negra que atrapa, estruja y deja sin aliento. Un planteamiento narrativo enigmático, en el que una gran selección de personajes intervienen y aportan. Con varias líneas narrativas a seguir, J.D. Barker consigue que nos sea muy difícil dejar el libro en la mesa y parar de leer. Las tramas enganchan: tanto es así que hay momentos de la novela en los que desearemos saber más sobre esos hilos narrativos que envuelven a la trama principal antes que continuar con la investigación. 

La figura del Cuarto Mono, anticipándose a la policía de Chicago desde hace varios años, y de la que sabremos más según avancemos en la lectura de su diario, es un imán potente para el lector. 

En definitiva, se trata de una gran novela. De esas que te agarran de la solapa y te zarandean hasta dejarte sin aliento. Una investigación hilada al milímetro con gran detalle, con personajes con trasfondo y bien construidos con los que empatizaremos. Y, sobre todo, un autor con amplio registro: con diferentes estilos según corresponde en los diferentes capítulos de la novela, Barker saca músculo y nos presenta una novela digna de mención. 


Sin duda, si buscas una novela negra, no debes dejar la oportunidad de encontrar al villano conocido como El Cuarto Mono. Mucho más que recomendable.



miércoles, 23 de septiembre de 2020

TOC - TOC

 

Papá abrió la puerta un segundo antes de gritar. Un grito que me heló la sangre. Estaba tirado en el suelo: el mango de un cuchillo asomaba en su pecho. Miré a mamá desde la otra punta del salón. Delante de papá, aún en el umbral, aquel monstruo aún sonreía. Emitió algo parecido a una risa y recuperó el cuchillo. El sonido del metal segando hueso, músculo y piel. Corrí a esconderme a la habitación del fondo. No me había visto, o eso esperaba. Las pisadas profundas como las de un gigante. Un paso, dos pasos. Un silencio atronador se vertía por toda la casa. Un paso, dos pasos. Rezaba porque no hubiera oído la puerta al cerrarse. Sin encender la luz, me metí en el armario. Aquel monstruo se reía. Un paso, dos pasos. La cara de papá en una mueca con los ojos desorbitados no se iba de mi mente.

El armario tenía un doble fondo que a mamá se le ocurrió hacer para guardar algo de comida y agua. Decía que eso era lo normal en las cabañas de alta montaña. Cerré la trampilla y contuve la respiración. Apenas podía escuchar ruido alguno. Sólo mis latidos reverberaban en un pequeño cubículo que tenía el espacio justo para sentarme con las piernas recogidas. Me di la vuelta y corrí en cuanto vi a papá en el suelo. ¿Y mamá? ¿Habría corrido la misma suerte? La puerta de la habitación se abrió. Un paso, dos pasos. Tenía ganas de llorar, pero tenía que contener la respiración. Cada latido desbocado era una provocación: una llamada de atención que estaba segura que aquel hombre podría oír.

La puerta del armario abriéndose. Apenas unos centímetros me separaban del monstruo. Luchaba por no temblar. Nunca en mi vida había sentido tanto miedo. Unos segundos más tarde el monstruo retiró la cabeza. Su olor ocre, una mezcla entre madera y sudor, difuminándose según se alejaba del armario. Un paso, dos pasos. Se detuvo. De nuevo dejé de respirar. Estaba segura de que no sabía que estaba ahí. Sino me habría hecho lo mismo que a papá. Puede que algo peor. Un paso, dos pasos. Se acercaba de nuevo. Tensé todos los músculos. Un golpe en la puerta del armario. Luego nada. De nuevo aquel olor dulzón a resina y suciedad. Cerré los ojos. Una gota de sangre me cayó en la mano: en ese momento fui consciente de estar mordiéndome el labio. Quería llorar. Salir a buscar a mi madre. La imagen de papá atravesado… 

El monstruo pareció darse por vencido. Un paso, dos pasos… Perdiéndose en la lejanía. Después, vino el silencio. Supe que se había ido.  Sin embargo, no tuve fuerzas para salir. Me desvanecí dentro de aquel armario. Al despertar, el cuerpo se me resentía en cada bocanada de aire que tomaba. De repente recordé: la barba, la altura descomunal… Papá muerto y mamá probablemente también. ¿Y si estaba fuera esperando a que saliera? 

Al cabo de un rato conseguí reunir el coraje suficiente para salir del doble fondo. Todo sumido en la más completa oscuridad. Salí de la habitación. Me temblaba hasta el mismo alma. El cadáver de papá seguía en el suelo sobre una mancha color cobre. Busqué a mamá: ni rastro. Mamá había desaparecido. El apartamento seguía abierto: una gélida ventisca se colaba. Cerré la puerta y un pequeño papel reposaba sobre la maneta. Lo que estaba escrito me transportó al terror más primordial: 


Has sido lista al no encender la luz.


Volveremos a vernos.


Firmado: tu verdadero padre.


domingo, 20 de septiembre de 2020

Misery - Stephen King

Argumento

Misery Chastain ha muerto. Paul Sheldon la ha matado. Con alivio y hasta con alegría. Misery lo ha hecho rico. Porque Misery es la heroína que ha protagonizado sus exitosos libros.

Paul quiere volver a escribir. Algo diferente, algo auténtico. Pero entonces sufre un accidente y despierta inmóvil y atravesado por el dolor en una cama que no es la suya, tampoco la de un hospital.

Annie Wilkes lo ha recogido y lo ha traído a su remota casa de la montaña. La buena noticia es que Annie había sido enfermera y tiene medicamentos analgésicos. La mala es que ha sido durante mucho tiempo la fan número uno de Paul. Y cuando descubre lo que le ha hecho a Misery Chastain, no le gusta. No le gusta en absoluto.

Antes, Paul Sheldon escribía para ganarse la vida.

Ahora, Paul Sheldon escribe para sobrevivir.

 


Personajes

El primer punto sobre el que se sostiene la novela es el uso de sólo dos personajes: Paul Sheldon y Annie Wilkes 

  • Paul es un escritor famoso por sus novelas sobre Misery Chastain, una novela romántica con gran éxito. Ciclo de libros que Paul ha decidido dar por concluido. Una vez termina de escribir una novela ajena a la colección de Misery, Paul parte en un viaje hacia Nueva York para llevar su nuevo manuscrito. En ese viaje sufrirá un terrible accidente de coche a causa del alcohol que lo dejará inconsciente en una cuneta. Paul despierta en casa de Annie Wilkes. Tiene las piernas rotas. Annie le explica el accidente, cómo lo encontró y se erige como su salvadora: como antigua enfermera le proporciona cuidados y analgésicos para calmar el dolor. Paul comprende que Annie no le va a dejar salir y que depende de su neurótica anfitriona para sobrevivir. Un día Annie le pide que escriba un nuevo libro sobre Misery y Paul sabe que debe llevarlo a cabo si quiere sobrevivir.


  • Annie Wilkes es una fanática admiradora de Paul Sheldon y, sobre todo, de las novelas sobre Misery Chastain. Vive en Sidewinder, un pueblo del Estado de Colorado. Annie será quien recoja a Paul de la cuneta y lo llevará a casa. Annie es es una loca neurótica que vive sin salir apenas de su casa. El conflicto narrativo comienza cuando Annie descubre el manuscrito sobre la nueva novela de Paul en su maleta. Al leerlo y no gustarle, como fanática de la saga romántica, le encargará a Paul un nuevo libro sobre Misery. Le trae una vieja máquina de escribir con la que deberá completar su encargo o acabará con su vida. Annie tortura a Paul según va sufriendo desvaríos mentales o a causa de sus enfados. 


Stephen King pone de manifiesto una idea fundamental: no es necesario un elenco de personajes enorme para escribir una novela que funcione. En Misery vemos como en la gran parte de la novela (por no decir en su totalidad) sólo aparecen Paul y Annie. Esto permite desarrollarlos al máximo. Vemos dos personajes que evolucionan, que están vivos, que interactúan y respiran a través de las páginas de una novela dinámica. 

Por un lado tenemos a Paul Sheldon: en cierto modo prepotente y despreocupado. Conocedor de su talento para escribir y con la tranquilidad de tener una forma de vida con la que ganar mucho dinero. Nos sugiere que antes de entrar en la casa de Annie Wilkes era un hombre prepotente y con una forma de vida y de trabajo no muy sana u ordenada. Sin embargo, su personalidad irá mutando según se vaya viendo estimulada por las torturas y la convivencia a la que le somete la buena de Annie. Desde un Paul aterrorizado en un primer inicio de novela, el escritor irá pasando por varios estados de ánimo.Tendrá que aprender a lidiar con la personalidad impredecible de Annie, hasta reunir la valentía suficiente para terminar de escribir la novela que le encarga su anfitriona, y cumplir así con su destino. Todo bajo el denominador común del Novril: un calmante al que Paul se vuelve adicto dado el estado de sus maltrechas piernas.

Paul evolucionará a medida que pasen las páginas. Viviremos en nuestra piel las barbaridades por las que Annie le hace pasar y sentiremos su claustrofobia al no salir nunca de la habitación en la que está preso.


Por su parte, Annie Wilkes es una enfermera jubilada que vive apartada del mundo en su casa de Sidewinder. No se fía de nada ni de nadie. Está obsesionada con los libros de Misery, y por consiguiente Paul Sheldon es su escritor favorito. De personalidad inestable, Annie es un huracán, un torbellino que desconcertará tanto a Paul como al lector. Annie es cruel, incapaz de tomar o considerar un punto de vista que no sea el suyo. Cualquier cosa que le lleve la contraria provocará una descarga de ira sobre su maltrecho inquilino. Someterá a Paul a torturas mediante un variado surtido de herramientas, entre las que encontramos: hachas, cuchillos, o un cubo con agua sucia, entre otros. Sin embargo, a pesar de su locura, Annie Wilkes parece contar un sistema propio de valores. A pesar de torturar hasta la extenuación a Paul, hay ciertas líneas que no puede traspasar. Esta dualidad se integra en un personaje rico y muy bien construido. 

Con todo esto, Stephen King consigue en Annie Wilks a uno de los mejores villanos de la literatura, y del género del terror.


Técnica

La novela está escrita en tono crudo, sin florituras. Misery es un cuchillo directo a la yugular del lector. La novela genera un ambiente desagradable, oscuro y poco considerado tanto con el lector como con el protagonista. Esto me parece un acierto: King nos provocará escalofríos y tensión en cualquier punto de la novela. La sombra de Annie Wilkes es más alargada de lo que nos puede parecer en un primer momento.

La novela tiene lugar en la habitación en la que Annie encierra a Paul, consiguiendo trasladar una sensación constante de nervio y claustrofobia. Además, la temática realista y alejada del mundo fantástico hará que empaticemos mejor con el personaje de Paul. Stephen King pone de manifiesto el otro gran acierto de la novela: no es necesario escribir sobre monstruos y fantasmas para escribir una historia de terror. Misery presenta un terror psicológico, en el que su protagonista vivirá una lucha interna para aguantar las torturas de Annie, y siendo la idea de libertad junto con escribir la nueva novela de Misery lo único que le mantiene cuerdo.

La voz narrativa se reparte entre dos personajes: lo que permite que King pueda presentarlos. King construye a la perfección dos personajes que por sí solos soportan el peso narrativo. Lo que nos lleva al siguiente punto: y es que la intensidad no se pierde durante la novela. Desde la primera página hasta la última estaremos en una tensión constante. Al ser la personalidad de nuestra villana impredecible, nunca sabremos en qué momento puede montar en cólera y comenzar una tortura contra Paul. Especialmente llamativos son los momentos en los que Paul se queda solo en la habitación. Una de los aspectos que más me han gustado de la novela es el nerviosismo que nos hace sentir King cuando Annie no está, a sabiendas de que puede volver en cualquier momento, llegando a hacer por unos instantes nuestro el sufrimiento de Paul.

Y tampoco nos engañemos, nos engancharemos a este culebrón gore: devoraremos las páginas nerviosos, alerta porque Annie puede aparecer en cualquier momento. Torceremos el gesto, tendremos escalofríos, pero King ha sabido alojar en este libro una fuerza poderosa que nos hará imposible dejar de leer. 

La narrativa es ágil, estando el narrador en primera persona. A través de sus pensamientos, será Paul el que nos vaya guiando a través de los días que transcurran en aquella habitación de Sidewinder.



A destacar

  • La novela se sustenta con sólo dos personajes a la perfección. Uno de los mayores aciertos en mi opinión. Ambos personajes son bastante profundos, con sus miedos y preocupaciones. King presenta a sus personajes de manera directa y sin vacilar, siendo Misery una confrontación constante entre la voluntad de Paul por sobrevivir y la de Annie por evitar que esto ocurra. Los veremos sentir y evolucionar con el paso de las páginas.

  • Casi la totalidad de la acción narrativa ocurre en el cuarto donde Paul vive. Esto genera una sensación constante de claustrofobia tanto en el protagonista como en el lector. Unido al tono hará que empaticemos con Paul y sintamos miedo de Annie.

  • Es una novela de corte realista: no hay monstruos ni fantasmas. Eso es un punto que consigue aterrorizar al lector: el hecho de ser una situación que “podría pasarle a cualquiera” nos mete en una atmósfera incómoda, trasladándonos el miedo de Paul hacia Annie.

  • Annie Wilkes como villano es un gran aliciente para leer la novela. Cómo esta mujer consigue tenernos aterrorizados es de lo más destacable del libro.

  • Claustrofobia: Paul no puede abandonar la habitación por dos motivos: uno es que tiene las piernas totalmente destrozadas a causa de su accidente y no puede andar. El segundo motivo es que Annie lo mantiene encerrado. Sentiremos en nuestra piel la impotencia de Paul al no poder salir. 

  • Referencias al Hotel Overlook: existen varias referencias al hotel Overlook. El hotel se encuentra en el mismo pueblo que la casa de Annie. Estas referencias se agradecen, al dejar ver que King compone una narrativa intertextual en sus novelas.



Disgustos

En lo que supongo que es un intento por ampliar las líneas narrativas, en varios de puntos de la novela Paul nos mostrará algunos de los capítulos que está escribiendo sobre su nuevo manuscrito de Misery. Estos pasajes pueden acabar siendo aburridos e innecesarios en mi opinión, ya que corta el ritmo narrativo. Aunque es cierto que en esos puntos se agradece un cambio de registro y desviar la atención un poco de lo que está pasando, creo que podría haberse resuelto de otro modo. Es un cambio muy brusco de registro, al contrastar el tono de melodrama romántico de los pasajes con la brutalidad a los que tiene acostumbrados en el resto de la novela.


Valoración: 9,5 / 10

Misery es una novela directa, cruda, que aborda aspectos crueles de la naturaleza humana. King deja bien claro que no es necesario recurrir a monstruos o entidades paranormales para provocar el terror en sus lectores. Esto hace de él un autor versátil, recalcando la idea de que nuestras peores pesadillas no siempre las protagonizan monstruos espaciales o fantasmas.

Es una novela bien planteada, de narrativa ágil y de lectura fácil. Dejando evidente que tampoco es necesario recurrir a un gran número de personajes para que una novela funcione. Paul Sheldon y Annie Wilkes serán los únicos personajes que intervienen en este libro, consiguiendo de esta manera que empaticemos mucho más con ellos y logrando un mayor nivel de desarrollo. Ambos son personajes completos y bien desarrollados, con sus luces y sobre todo con sus sombras. 

Desde luego Misery es un clásico de la literatura de terror. Si buscas un libro de terror de corte realista y alejado de la fantasía, Misery debe tener un hueco en tu estantería.

miércoles, 9 de septiembre de 2020

Secretos imperfectos - Hjorth & Rosenfeldt

Argumento 

En una zona boscosa de Västerås un joven de dieciséis años ha sido brutalmente asesinado. No hay pistas, la policía está perdida. Pero un viejo conocido aparece de improvisto: Sebastian Bergman, el mejor y más insufrible psicólogo criminal de Suecia, retirado del servicio desde hace algún tiempo. Cuando Bergman descubre un hecho desconocido de su pasado que no puede ignorar, necesita tener acceso a los archivos policiales y se ofrece a ayudar a esclarecer el crimen, para desesperación del equipo que investiga el caso, a cuyos integrantes humilla sin cesar. En Västerås existe más de un secreto que saldrá a la luz…


Personajes

Hjorth y Rosenfeldt nos presentan una trama que tiene lugar en Västerås. El brutal asesisato de un adolescente al que han disparado y arrancado el corazón será el reclamo para que la policía del pueblo sueco se ponga en acción. Dada la magnitud del caso y su dificultad, a las pocas páginas aparecerá la Unidad de Homicidios. Con ella aparecerá el protagonista de nuestra historia: Sebastian Bergman. Una de los aspectos que más me han llamado la atención de la novela es el amplio surtido de personajes que tiene. Sin embargo, todos los personajes tienen su momento de relevancia a lo largo de la historia. Desde el inútil de Haraldsson, que sueña con el día en que deja de ser un inútil y consigue hacer bien su trabajo como policía local en Västerås, pasando por Torkel y su afán por tener buena compañía y disfrutar del tiempo libre mientras hace su trabajo, hasta el impredecible Sebastian.

Sebastian Bergman, psicólogo criminalista en nuestra historia, otrora colaborador fundamental de la policía: era una pieza indispensable a la hora de dibujar el perfil de los criminales. A pesar de ser el protagonista de la novela, tarda bastante en aparecer.

Lo más destacable no es tanto el gran número de personajes intercalados con gran acierto, como engranajes de un reloj, sino que los autores se toman el tiempo necesario para desarrollar a sus personajes: eligiendo el momento perfecto de la trama para presentar o desarrollar al personaje más indicado. Todos los personajes son importantes en la trama, pero lo más importante en mi opinión es el timing elegido para que aparezcan e intervengan. Un gran acierto por parte de los dos escritores.


Técnica

La novela está escrita con un ritmo lento y constante. Con más de 500 páginas de duración, los autores hacen avanzar la trama principal de forma pausada, pero inexorable. Página a página se irán desgranando todos los hilos que componen una narrativa densa y rodeada de un sinfín de tramas secundarias. Otro de los aciertos de la novela, y algo que me ha encantado, es que cada personaje posee una subtrama propia, de extensión y complejidad adecuadas a su participación en el hilo narrativo principal. Del mismo modo ocurre con el momento de presentar a sus personajes, Hjorth y Rosenfeldt también eligen con maestría el tiempo y lugar dentro de la narrativa para desconectarnos la trama principal y sumergirnos en alguno de sus personajes. El nivel de desarrollo de los personajes, también adecuado a la importancia de los mismos en la trama principal, es algo que tampoco puede quedar sin reseñar.

Un narrador omnisciente en tercera persona nos irá guiando a través de la trama. El final de la novela es coherente, y un pequeño plot twist pone el broche a un gran planteamiento narrativo.


A destacar

Cómo se van intercalando la aparición de los personajes con la historia y las tramas secundarias me parece espectacular.

El nivel de desarrollo de cada personaje y su adecuación a la trama principal. 

Cada personaje posee una trama secundaria con un nivel de desarrollo equivalente a su participación en el hilo principal del libro.

Todo esto transmite al lector una sensación de solidez en el planteamiento de la trama y de la novela en sí misma, además de contar con varios giros inesperados que sorprenderán al lector.


Disgustos

El ritmo tan lento puede hacernos sentir que la novela, y la investigación en sí, no avanzan. Sin embargo, la trama nunca deja de avanzar. Aunque haya tramos de la novela que queramos pisar el acelerador como lectores, los autores hacen su trabajo y todas y cada una de las páginas de Secretos imperfectos tienen su importancia.


Valoración: 9 / 10

Secretos imperfectos es una novela sólida, bien planteada y estructurada. Sus autores presentan una trama creíble, con un abanico de personajes que aparecen cuando deben, convincentes y aportando todos al desarrollo narrativo en su medida. Todos los personajes son relevantes y tienen su momento de importancia en la novela. 

Un gran trabajo de ambientación consigue que el lector se sitúe rápido en cada escenario, a pesar de los nombres en sueco.

Desde luego una novela negra con un gran planteamiento, fundamentada y creíble, con unos personajes bien planteados. Con muchas ganas de continuar con la saga.


Mandíbula - Mónica Ojeda

Argumento Fernanda Montero, una adolescente fanática del horror y de las creepypastas (historias de terror que circulan por inte...