Poeta chileno - Alejandro Zambra

Argumento

Durante buena parte de esta novela Gonzalo es un poetastro que quiere ser poeta y un padrastro que se comporta como si fuera el padre biológico de Vicente, un niño adicto a la comida para gatos que años más tarde se niega a estudiar en la universidad porque su sueño principal es convertirse –también– en poeta, a pesar de los consejos de Carla, su orgullosamente solitaria madre, y de León, un padre mediocre dedicado a coleccionar autitos de juguete.

Técnica

Poeta chileno está compuesta por cuatro partes bien diferenciadas, pero interconectadas entre sí. En cada una de ellas conoceremos a un personaje con mayor profundidad y de manera somera al resto. En un primer momento conoceremos a Gonzalo, aspirante a poeta y enamorado de Carla. Viviremos la relación entre ambos y sabremos de la existencia del hijo de Carla: un pequeño llamado Vicente. A continuación conocemos a Vicente desde una perspectiva postadolescente en su intento de descubrir su lugar en el mundo. El episodio final es el que quizá te imagines, o no. Lo que está claro es que Alejandro Zambra saca a relucir una historia íntima, con diálogos potentes y una estética superlativa. A pesar del tono directo, el ritmo es pausado tal y como requiere la historia. El narrador, equidistante a todos los personajes, es consciente de la historia que cuenta. Sabe que los personajes de Poeta chileno podíamos ser nosotros. Que no dicen nada o no hacen nada diferente a los que haría cualquier otra persona. Todos los personajes se enamoran, son traicionados, se ilusionan, son abandonados y encontrados. Todos se mienten a sí mismos en algún momento de la novela. Todos tienen sexo, en ocasiones bueno y en otras no tanto. Todos vivirán momentos trascendentes que les cambiarán y les obligarán a evolucionar. Y todos vuelven la vista atrás, y avanzan inexorables hacia una versión diferente y a la vez muy parecida a lo que fueron una vez en el pasado.

A pesar de que la novela revolotea sobre varias temáticas, existen tres puntos de anclaje que la sustentan y se vuelven recurrentes: las relaciones padre-hijo, la masculinidad frágil y cambiante de muchos hombres y la búsqueda de una identidad, intentar echar raíces en algún lugar o con alguien. En definitiva, buscar tu lugar en el mundo. Un libro sobre la despedida y el reencuentro. Sobre la lucha del pueblo chileno contra sí mismo y contra su opresor, como los poetas de Santiago luchan contra su condición de poeta, contra el resto de poetas y contra la sociedad en la que quieren prosperar. Así hacen los personajes de Alejandro Zambra, de construcción impecable y con una voz contundente.

Valoración ✨✨

Una novela preciosa, que se cuenta bajo la voz de un narrador equidistante y omnisciente con tiempo pasado y tono y directo. Un canto de amor a la literatura y a la poesía, que fluye tangencial entre la melancolía y el adiós para siempre. Zambra discurre un ir y venir constante de un corpus narrativo que vibra al unísono. Los personajes, como la historia que cuentan, se pasan toda la novela despidiéndose para después volver al inicio a la vez que van evolucionando. Y es que Poeta chileno nos trae varias historias unidas con pluma de maestro. Todo evoluciona, todo pasa. La vida de unos personajes, la sociedad, la poesía, todo se retrotrae a su versión más pura. Todo se convierte en un alejarse y volver a la versión más primigenia de lo que uno siempre fue y ya no volveremos a ser. Poeta #chileno nos trae un canto a la identidad, al cambio y a la adaptación, una oda al paso del tiempo contada con ironía y comicidad mordaz.

Una experiencia muy bonita, que hará reír a carcajadas y nos llevará al borde del llanto. Alejandro Zambra ha escrito una novela de esas que sacuden al lector, de las que nos dejan con una sensación rara: una historia que no pasa a través de nosotros, sino al contrario. Nosotros pasaremos a través de ella, recorriendo las calles de Chile con sus personajes. Sus vidas serán la nuestra, y cuando cerremos el libro lo seguirán siendo. Al cerrar el libro algo quedará en nosotros, volviendo a hacernos sonreír con una escena final que resume y contiene a la novela.

Una novela que cualquier amante de la literatura debe leer.