domingo, 27 de septiembre de 2020

El cuarto mono - J. D. Barker

Argumento

El detective de la policía de Chicago Sam Porter investiga el caso de un hombre atropellado, pues los indicios en la escena del crimen apuntan a que se trata de El Cuarto Mono, un asesino en serie que ha estado aterrorizando la ciudad. Su modus operandi consistía en enviar tres cajas blancas a los padres de las víctimas que secuestra y mata: una primera con una oreja, una segunda con los dos ojos, y otra con la lengua; y finalmente dejar abandonado el cuerpo sin vida en algún lugar.

El hombre atropellado llevaba una de esas cajas blancas. Se inicia así una frenética carrera contrarreloj para encontrar a la víctima antes de que sea demasiado tarde.


Personajes

La estructura del libro está fundamentada a través de tres personajes. Mediante ellos iremos conociendo tanto la narrativa principal (encontrar al Cuarto Mono) como varias tramas secundarias que completan la historia a la perfección. 

Sam Porter es un detective de la policía de Chicago. Con un pasado que le persigue, Sam recibe una llamada de su compañero, el detective Nash, convocándole con urgencia: un autobús ha atropellado a un peatón que llevaba una de las cajas blancas características del asesino en serie conocido como El Cuarto Mono. Entre los objetos se encuentra un pequeño diario sobre la niñez del asesino. A través de él, Porter irá conociendo ciertos aspectos sobre la personalidad del enigmático asesino. Porter es un hombre calmado, metódico y comprometido con su trabajo. Porter tiene una estaca mental que la sentiremos como nuestra: la pérdida de un ser querido le atormentará durante toda la novela. Sam es un personaje completo, que respira y que tiene muy clara una meta con la que vive obsesionado: atrapar al asesino en serie que le lleva dando esquinazo durante cinco años consecutivos. 


Emory Connors es la hija de un magnate multimillonario del sector inmobiliario. Emory será la última víctima del Cuarto Mono. Con sólo 15 años, Emory librará una batalla cruenta contra su propia cabeza con el fin de aguantar cuerda el tiempo suficiente para sobrevivir y conseguir escapar. Insegura, aunque muy inteligente, la chica es puro miedo una vez despierta desnuda en una habitación oscura esposada a una camilla de hospital sin poder ver nada. No sabe dónde está ni cuándo ha sido secuestrada. Le falta una oreja. Presa del terror, comprenderá que ha sido secuestrada por el famoso asesino en serie. Sin comida ni agua, Emory lucha en todos sus capítulos para encontrar alguna manera de la habitación en la que está secuestrada. 

La personalidad de Emory se irá desmoronando a medida que pasan las páginas. En cada capítulo que leamos sobre ella, la chica caerá en barrena hacia la desesperación. Oye voces, imagina formas en la oscuridad y llora ante las torturas a las que le somete el asesino. La sensación de que en cualquier momento puede aparecer su asesino y quitarle los ojos o la mate atenaza a Emory. Un personaje que tiene una función muy clara: mostrarnos el presente: el modus operandi del asesino conocido como El Cuarto Mono. 


El resto de capítulos de la novela se reparten entre los diferentes personajes de la unidad de investigación que lidera Sam Porter y el diario del Cuarto Mono. El diario nos mostrará aspectos del origen del asesino: qué motivó el nacimiento del asesino, ayudando a cerrar una narrativa vasta en detalles. El diario es una fuente de tramas secundarias de la que beberá Sam Porter y el lector, ayudándonos a comprender la mente del asesino y ofreciendo una posible vía de continuación para el siguiente libro de la saga.

El resto de detectives de la unidad nos facilitarán más información: qué ocurre en otros puntos del mapa en los que no está nuestro protagonista. Además, Clair y el resto de detectives nos permitirán averiguar más detalles sobre la personalidad de Sam y sobre su pasado. Un surtido de personajes secundarios que hacen bien su papel.


Técnica

La novela propone una narrativa que oprime, que nos agarra por el cuello sin darnos respiro. Seguidos de los hallazgos que el detective Porter realice, los siguientes capítulos descubriremos en qué estado se encuentra Emory o un descubrimiento sobre la niñez tan turbia que vivió El Cuarto Mono a través de las páginas de su diario. Los capítulos irán intercalados, consiguiendo en el lector un deseo de devorar la novela y saber cada vez más.

El tono es directo, con personajes reales y una historia que se desarrolla en la actualidad, por lo que nos será fácil ubicarnos en el espacio y en el tiempo desde el inicio de la novela. Los tres tipos de capítulos poseen un narrador y estilo diferente: 

En los capítulos de Porter encontraremos un narrador omnisciente en tercera persona, que nos va guiando a través de la investigación que el detective y sus compañeros van realizando. El estilo empleado es más directo y sin adornos, además de imprimir un ritmo más frenético.

Por otro lado, en los capítulos de Emory veremos un narrador en tercera de un tipo diferente: de tipo más descriptivo, el narrador se limita a contar qué ocurre en la estancia en la que Emory está apresada. Sin más información que la propia Emory, sus capítulos serán un diálogo constante entre la propia chica y las voces que oye. Aquí encontraremos un tono oscuro y agrio, que nos hará sentir la desesperación de su protagonista. El ritmo es un poco más lento, aunque se entiende al estar reducida la acción narrativa a la cabeza de Emory y lo que ocurra dentro de las cuatro paredes en las que pasa toda la novela. 

Por último, el diario del Cuarto Mono es un texto en primera persona autobiográfico. Adornado con cierta épica, en el diario descubriremos aspectos importantes de la mente del asesino y de la trama en sí misma. El tono empleado se va encrudeciendo a medida que pasan las páginas del diario. Coronándose con un final inesperado, que conduce hacia el fin del libro. Con cierta temática gore, el autor conseguirá que sintamos cierto morbo sobre la vida de la familia en la que crece el asesino. El ritmo imprimido en estos capítulos será el más pausado de los tres.


Las tres vertientes de la novela desembocan en un final conjunto, coherente y que sacudirá al lector de pies a cabeza. Las últimas páginas nos llenarán la cabeza de dudas e incógnitas que nos harán preguntarnos sobre qué puede pasar en el siguiente libro de la trilogía. Merece la pena llegar al desenlace de la novela: en él concurren todas y cada una de las tramas narrativas presentadas, prolongando una línea narrativa difusa que sólo conduce hacia un camino: La quinta víctima, el siguiente volumen de la colección. Un gran trabajo por parte del autor.


A destacar

El Cuarto Mono es una novela adictiva: una novela que te agarra del cuello y no te suelta. De esas historias que te sacuden y no te dejan hasta que acabas con la última página.

El autor se vale de una narrativa muy ágil a través de varios personajes. Todos ellos cumpliendo un papel y guiándonos por los diferentes hilos narrativos.

La historia es compleja y está muy bien construida. No hay nada que esté de relleno o por estar. Cada página es una declaración de intenciones 

Personajes completos y que aportan: a todos los llega su momento para desempeñar un papel en la novela.

Las tramas secundarias están tan ligadas a la principal que muchas veces preferiremos saber de esos hilos secundarios antes que continuar con la narrativa principal. Además, todos los caminos narrativos están ligados hacia un final común, por lo que nunca tendremos sensación de desconexión de la historia.


Disgustos

Sam Porter es un personaje atormentado por su pasado. La historia del protagonista es relevante para la narrativa del libro, pero tardaremos algo de tiempo en descubrir qué le pasó al detective. No lo veo como un inconveniente: el resto de tramas secundarias que envuelven y acompañan a la primaria pesan y nos aportarán lo suficiente como para que no estemos tan preocupados por saber sobre Sam. Sin embargo, hasta que llegue el momento de saber, nos retorceremos al leer de todo menos sobre el protagonista. 

Sin embargo, J. D. Barker ha construido una novela en la que estaremos constantemente estimulados. Desde la primera a la última página, recibiremos de forma continua información sobre aspectos que nos encaminarán hacia el final de la novela. Desde luego, este aspecto no es algo que ver como algo negativo.


Valoración: 9,5


El Cuarto Mono es una novela negra que atrapa, estruja y deja sin aliento. Un planteamiento narrativo enigmático, en el que una gran selección de personajes intervienen y aportan. Con varias líneas narrativas a seguir, J.D. Barker consigue que nos sea muy difícil dejar el libro en la mesa y parar de leer. Las tramas enganchan: tanto es así que hay momentos de la novela en los que desearemos saber más sobre esos hilos narrativos que envuelven a la trama principal antes que continuar con la investigación. 

La figura del Cuarto Mono, anticipándose a la policía de Chicago desde hace varios años, y de la que sabremos más según avancemos en la lectura de su diario, es un imán potente para el lector. 

En definitiva, se trata de una gran novela. De esas que te agarran de la solapa y te zarandean hasta dejarte sin aliento. Una investigación hilada al milímetro con gran detalle, con personajes con trasfondo y bien construidos con los que empatizaremos. Y, sobre todo, un autor con amplio registro: con diferentes estilos según corresponde en los diferentes capítulos de la novela, Barker saca músculo y nos presenta una novela digna de mención. 


Sin duda, si buscas una novela negra, no debes dejar la oportunidad de encontrar al villano conocido como El Cuarto Mono. Mucho más que recomendable.



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