Un saco de huesos - Stephen King

Argumento

Cuatro años después de la repentina muerte de su esposa Jo, el novelista Mike Noonan sigue presa de una terrible depresión y espantosas pesadillas. Busca refugio en su casa de veraneo, pero en ese lugar un hombre poderoso, Max Devore, no tiene escrúpulos en manipular a la comunidad para conseguir sus siniestros propósitos: separar a su nieta de tres años de su joven madre viuda. Mike se involucra en el enfrentamiento y se ve atrapado en el misterio de la casa, ahora escenario de visitas fantasmales y obsesiones cada vez más abominables... 

Personajes

Mike Noonan es un escritor con bastante fama y éxito. Vive casado con su mujer Johana en una vida de lujo: dos casas pagadas, coche y una vida relajada. Ama su trabajo y a su mujer. Sin embargo, al inicio de la novela, Jo muere y comienza la tragedia. La vida de Mike se desploma tal y como la conoce. Pierde su matrimonio y la capacidad de escritura. A partir de ese momento, Mike sufre un varapalo de proporciones colosales. La vida sin su mujer no tiene sentido. De este hecho nos dará buena cuenta el bueno de Mike durante toda la novela.

Tanto el personaje principal como el resto de secundarios llevan el sello distintivo de King. Todos están desarrollados con un gusto exquisito. Mención especial merece Mike Noonan, que nos pondrá en su piel y viviremos de su mano su depresión, los encuentros con fantasmas y pasando por todo tipo de ensoñaciones y alucinaciones víctima de la depresión y de una extraña capacidad sensorial para percibir seres espectrales.

Mike será el narrador y el único personaje principal que intervenga durante toda la novela. El resto de personajes son secundarios con mayor o menor importancia, de los que podremos saber y comprender a través de las relaciones e interacciones que Mike tenga con ellos. El nivel de desarrollo impecable del personaje nos permite empatizar rápidamente con Mike, deseando que supere sus obstáculos cuanto antes y vuelva a convertirse en el escritor de éxito que fue. 

Técnica

Un saco de huesos tiene una estructura muy marcada. La trama se divide en varias etapas por las que el personaje debe pasar para evolucionar. Mike vivirá su particular descenso a los infiernos para poder salir poco a poco de una profunda depresión. El narrador está en primera persona, con tiempo pasado y estilo directo. Se encuadra dentro del arquetipo de la tragedia.

Mike sueña constantemente. Dichas ensoñaciones son el único elemento de terror que King nos propone en el libro. De temática sobrenatural y con seres que poco tienen que ver con nuestro mundo y en planos alternativos, Mike vivirá varias pesadillas y sueños que le afectarán a la toma de decisiones en varios puntos de la novela. Los sueños parecen tener un carácter premonitorio y metafórico. Este es un punto interesante en la novela, ya que se repite muchas veces la expresión de “superar los límites de la realidad”. Un saco de huesos transcurre de forma equidistante entre la realidad, los sueños de sus personajes y un plano alternativo donde moran fantasmas y otras criaturas desconocidas. Un punto interesante es la transición que experimentan los fantasmas: que pasan de ser un recuerdo en la mente del protagonista a seres que habitan en nuestro mundo y pueden interactuar con los protagonistas, tanto los fantasmas como otras criaturas. La misma transición se da en el título de la novela: planteado como ambiguo y metafórico al inicio del libro y durante toda la novela, pero cobrando sentido en las últimas páginas.

Después de una temporada de pesadillas recurrentes sobre su casa del lago, decide ir allí a superar sus miedos, poniendo fin a una parte demasiado larga para mi gusto de la novela, en la que Mike se dedica durante 140 páginas aproximadamente a llorar la muerte de su mujer y a decir que no puede escribir.

El problema fundamental que veo en el libro es que tiene poca acción. King, a través de su narrador, se recrea en profundizar hasta un nivel de detalle enfermizo en la depresión y en el estado de su personaje. Esto tiene una lectura positiva y una negativa. La parte buena de desnudar a su personaje ante el lector es que podremos comprender, empatizar y conocer al protagonista tanto como si fuéramos nosotros mismos. Mike es un personaje creíble, que respira y funciona, y que vivirá una transformación palpable a medida que pasen las páginas y vaya descubriendo el enigma que se esconde alrededor del pueblo y la casa en la que vive. Las interacciones que tiene con el resto de personajes nos permiten percibir el carácter de los secundarios a través de los ojos de Mike. Este hecho supone un distintivo sobresaliente en la novela: cómo King consigue llevarnos de la mano de su personaje y hacerlo evolucionar en una historia. 

Por otro lado, como elemento negativo, el hecho de describir con tanta dedicación , a menudo supone un sacrificio en cuanto a ritmo. Un saco de huesos no es una excepción: Mike Noonan pasa demasiadas páginas rumiando la muerte de su esposa. Esto provoca que la novela quede huérfana de acción o tensión narrativa. En mi opinión, faltan páginas que nos sitúen en alguna escena que nos ponga los pelos de punta, nos haga temblar o vivamos alguna dificultad con el personaje más allá de su depresión. La muerte de Johana, su esposa, es un reclamo que funciona durante las primeras 100 páginas del libro, pero sigue estando presente durante toda la novela.

En un primer momento, pensaba que quizá a la novela le sobraban páginas. Sin embargo, creo que el elevado volumen de páginas es lo que hace que consiga que la novela funcione. El reclamo de la novela no es el terror que nos puede llamar de otros libros del autor como Misery o Cementerio de animales. El elemento distintivo de la novela es la depresión que sufre Mike, el sufrimiento que ello le provoca y cómo consigue sobreponerse muy poco a poco. Es una novela enmarcada en tragedia, sacando el lado más conmovedor de sus lectores.

King plantea algunas tramas alternativas, entre ellas, la doble vida de su difunta mujer nos conducirá a comprender el significado de los fantasmas y por qué ella ocultó algunos datos de su importantes a Mike. También el nombre de la casa del lago, Sara Risa, encierra una historia siniestra que iremos conociendo a medida que pasen las páginas. Estas dos, junto a la trama que relaciona a Mike con la familia Devore serán las tramas secundarias que acompañen a la principal.

Por su parte, en lo que terror se refiere tampoco encontraremos aquello a lo que King acostumbra a sus lectores. La novela acaba convertida en una tragedia romántica maquillada con una historia de fantasmas de poco calado, y que no cobra sentido hasta las últimas 100 páginas. Los fantasmas y demás elementos paranormales, varias veces parecen más propias de la serie infantil Casper: bromistas que mueven los imanes de la nevera o dan algún golpe que nos sobresalte. Insisto, el terror no es lo que propone la novela. Aunque hubiera agradecido la figura de un villano o alguien que impusiera algo de dificultad a Mike.

Como viene siendo habitual en el autor, King nos presenta un final inconcluso, demasiado precipitado y abierto. Quizá para que especulemos qué será lo siguiente que le venga a su protagonista, muy en consonancia con el personaje y el planteamiento de la novela en sí y que cristaliza el problema en mi opinión fundamental: falta de acción narrativa.

A destacar

La novela se desarrolla en un plano que parece estar a medio camino entre los sueños y la realidad. Como si fuera una metáfora constante, Mike soñará con lugares y escenas, tendrá alucinaciones y demás que nos harán dudar de si es real o simplemente una alucinación o un sueño. Como puntos positivos destacaría el carácter ambiguo en el que se plantean los conceptos: los sueños y los fantasmas, y cómo estos van convirtiéndose poco a poco en elementos tangibles y reales. 

Otro punto positivo es el desarrollo de sus personajes. Mike es un personaje construido a la perfección con el que conseguiremos empatizar. Sufriremos con él y comprenderemos hasta qué punto la muerte de su esposa desmorona su vida. El resto de personajes secundarios también están bien desarrollados y cumplen a la perfección su papel. Todos parecen tener una justificación para aparecer y se comportan acorde a su planteamiento. Esto es marca de la casa de King: destacando en mi opinión por plantear unos personajes muy humanos que respiran y son creíbles en todas sus novelas, incluidos los villanos.

Aunque la novela no tiene muchas situaciones de terror, profundiza en otras ideas como el amor incondicional del ser humano y cómo la pérdida de un ser querido puede derrumbarnos hasta dejarnos inservibles. El sufrimiento de sus personajes es la herramienta de la que se vale el autor para mover el motor de la trama. El sufrimiento de Mike es lo que hace avanzar la trama principal, así como el sufrimiento de otros personajes será el que justifique el planteamiento de otras tramas secundarias. También es interesante el tratamiento sobre el racismo de principios del siglo XX en Estados Unidos. 

Disgustos

La novela es demasiado lenta: un drama constante que oscila en la primera mitad entre la muerte de Johana y la pena que siente Mike por ello, parándose entre medias a coger aire en la estación del “no puedo escribir desde que murió mi esposa. Más allá de los encuentros con los fantasmas, que la mayoría de las veces se limitan a descolocar los imanes de la nevera, a dar golpes en la pared y poco más, no hay momentos de acción o tensión que motiven a leer o descubrir más. El único momento en que la novela genera algo de tensión es cuando Mike sueña, ya que la línea que separa esos sueños de la realidad parece ser más fina de lo que podemos pensar. 

A pesar de ser un elemento importante del desarrollo de la trama, el autor apenas le dedica unas páginas al enfrentamiento con las fuerzas sobrenaturales. El motivo o justificación para el uso de estos fantasmas en la novela también me parece bastante pobre. El único elemento que me dio curiosidad fue la figura del Intruso, ya al final de la novela, aunque desaparece a las pocas líneas de aparecer. Por lo que tampoco entiendo por qué introduce este tipo de recurso.

De la tragedia por la muerte de su esposa pasamos al culebrón que vive Mike Noonan con una chica de 21 años. La ausencia de un villano como tal, o al menos figura que se oponga al progreso del protagonista, también dificulta la lectura. El que se dibujaba como principal villano resulta ser un anciano decrépito en silla de ruedas que va con máscara de oxígeno, que para colmo de males desaparece al poco de aparecer. 

Todo ello me ha generado una sensación de pesadez al leer. Es una novela muy lenta, que empieza a tomar forma como tal a partir de la página 200. Antes de eso, Mike divaga y no sabe qué hacer, haciendo desesperar al lector hasta que decide poner un rumbo a su vida.

El final de la novela es brusco y repentino, también habitual en King. A medida que llegamos a las últimas páginas, el autor mete el acelerador, llevándonos de forma apresurada a un final que poco tiene de conclusivo. Esto me parece un punto negativo al tratarse en esas páginas el enfrentamiento con fuerzas sobrenaturales que de haberse desarrollado algo más la novela habría sido diferente. Es por esto que digo que a la novela le faltan páginas en mi opinión. Si se hubieran empleado la mitad de páginas para desarrollar a Mike en desarrollar otra serie de cuestiones como los sueños, los fantasmas y el plano alternativo del que parecen venir, la novela habría sido mucho más impactante. Tengo la sensación de que si no hubieran aparecido estos seres sobrenaturales en las páginas finales de la novela podría haber funcionado igual y concluir de la misma forma.

Valoración: 7 /10

 Es un libro que está muy bien escrito, trama bien planteada y personajes definidos y desarrollados a la perfección como nos tiene acostumbrados el autor. Sin embargo, Un saco de huesos no genera tensión ni terror ni da un aliciente para seguir leyendo. Es una novela tediosa y demasiado lenta de leer. Tampoco es un reclamo si buscas una novela de terror, pues más allá del tono siniestro que pueda haber en los sueños de Mike, no hay situaciones que nos ericen la piel como en otras novelas del autor.

El libro ahonda en cuestiones más trascendentales como el amor, el sufrimiento humano o el racismo. Estos tres pilares sustentan el planteamiento de la novela y King los desarrolla al detalle. Generando unos personajes vivos con los que podremos empatizar desde el minuto uno: desde nuestro desolado protagonista al morir su esposa hasta el personaje más intrascendente, todos tienen una justificación y se comportan acorde a sus ideas. Tanto la trama principal como el resto de hilos secundarios están bien bien cosidos y cerrados de forma coherente.

Leí el libro porque parece tener cierta conexión con los demás libros de la saga de La Torre Oscura, aunque de momento no he descubierto de qué se trata. El libro no me ha llamado la atención demasiado porque iba buscando una historia de terror, o al menos que tuviera algo que ver de forma más evidente con la Torre, y he encontrado una historia lenta y tediosa. No obstante, la novela consigue dejar un buen poso. A medida que vayamos haciendo la digestión de lo que hemos leído irá mejorando el recuerdo que tengamos de la novela, pues no deja de ser una historia con el sello de King.

Una novela diferente a lo que nos tiene acostumbrados Stephen King: alejada del terror tradicional y planteando cuestiones algo más trascendentales. La novela hace referencias a otros libros del autor, como It (Eso), generando una intertextualidad que se agradece y aporta algo de frescura. Si buscas algo diferente en el genio de Maine, pero con su sello de identidad, puede que en Un saco de huesos encuentres lo que buscas.