Argumento
Cuatro personajes llegan a un viejo y laberíntico caserón conocido como Hill House. Son el doctor Montague, un estudioso de lo oculto que busca pruebas de fenómenos psíquicos en casas encantadas, y tres personas a quienes el doctor ha reclutado para llevar a cabo un experimento. A pesar de las reticencias de su familia, Eleanor, una joven algo atormentada y de pasado infeliz, acabará formando parte de la singular comitiva. Los otros son Theodora, con quien Eleanor establece un fuerte vínculo inicial, y Luke, el heredero de la casa. Pronto todos deberán enfrentarse a situaciones que están más allá de su comprensión. Hill House parece estar preparándose para escoger a uno de ellos y hacerlo suyo para siempre.
Técnica
La maldición de Hill House es la historia de una casa embrujada con dicho nombre. Situada a las afueras de un pueblo remoto, la propia casa se encuentra aislada de toda civilización. La estética de la casa acompaña a las leyendas populares. Desde los propietarios originales hasta el presente de la novela, ninguno de los inquilinos que han pasado por la estancia ha durado demasiado, contándose varios casos de abandono repentino a los pocos días de entrar, e incluso muerte. De este modo, la casa parece estar envuelta de un aura sobrenatural que aleja a las personas de su interior. En este punto comienza la novela: el doctor Montag decide realizar un estudio acompañado de tres personas más. Dos de ellas con algún tipo de encuentro o experiencia con lo sobrenatural y un tercero que pertenece a la familia de actuales propietarios de la mansión. La novela transcurre con el devenir de estos cuatro personajes dentro de Hill House.
La novela nos pone en la piel de Eleanor Vance, una de las dos personajes que ha tenido algún contacto con elementos sobrenaturales. Se trata de un personaje de apariencia simple que irá despojándose de capas a medida que vaya transcurriendo la novela. Eleanor será la encargada de dirigirnos por las habitaciones, y de transmitirnos qué efectos tiene la casa sobre sus huéspedes. El resto de personajes serán Theodora, una joven independiente y alegre que también posee algún tipo de habilidad paranormal, Luke, un vividor alegre y oportunista al servicio de la trama que ayudará a que al final de la novela comprobemos hasta qué punto la mansión ha afectado a nuestros protagonistas, y el doctor Montag, que desempeña un papel más frío para rebajar los momentos de tensión o de terror.
Salvo Eleanor, el resto de personajes de la novela son secundarios al servicio de la trama. A pesar de no estar desarrollados con demasiada profundidad, cumplen bien su función y cuentan con una voz bien diferenciada. Por su parte, nuestra protagonista nos hará sufrir los efectos de Hill House a las pocas horas de cruzar sus puertas. Desde el principio tendremos la sensación de que Eleanor es un personaje con cierta inestabilidad mental. Con multitud de problemas familiares y personales, experimentará ciertos delirios y fantaseará en varios puntos de la novela. Ella conseguirá que cambie nuestra percepción de la novela: lo que parecía una novela sobre casas encantadas pasa a convertirse en algo mucho más grande. La maldición de Hill House es una novela sobre el desarraigo, sobre la necesidad de pertenecer a un lugar. Shirley Jackson dispone la trama principal como capas de cebolla. A medida que vayamos pasando páginas el lector irá comprendiendo que el argumento es mucho más complejo de lo que parecía en un primer momento. La autora lleva a cabo esta propuesta de manera magistral entrelazando la trama principal, la estancia en Hill House, con ir desvelando la vida pasada de la protagonista a través de diálogos con otros personajes o con un monólogo interior. Eleanor irá perdiendo la cabeza según avance la novela, hasta el punto que la sola estancia dentro de la casa acaba suponiendo una amenaza. Jackson consigue que empaticemos con la protagonista a través de sus recuerdos y de las relaciones con los demás personajes. Al estar contada bajo el foco de Eleanor Vance, el resultado es una experiencia sublime, pues consigue que al terminar la novela no estemos seguros de si lo que ha ocurrido ha sido real o producto de la imaginación de sus protagonistas.
Otro de los aspectos que reluce en la novela, sino el que más, es la ambientación Hill House es un lugar oscuro, alejado de la civilización y desbordado por leyendas. La autora consigue hacernos sentir la inquietud y angustia de sus protagonistas dentro de la casa. Rodeada de bosques y montañas, sólo cruzar las puerta de la mansión nos sumergirá en un ambiente de auténtica casa victoriana. Con multitud de habitaciones, biblioteca, un torreón de piedra, incluido el trato gélido que los mayordomos de la casa ofrecen a sus nuevos huéspedes. Estos dos personajes encargados de limpiar la casa y alimentar a los protagonistas será de gran ayuda para introducirnos rápido en el ambiente de la casa y sus alrededores. Todo ello ayuda a que el lector devore la novela al tener siempre la sensación de que algo malo va a pasar en cualquier momento. La propia casa parece estar viva y ser un personaje más.
La narrativa de Shirley Jackson es ágil y desarrolla una prosa efectiva. De estilo directo y con un narrador omnisciente, viviremos una experiencia aterradora. Si bien sólo hay pocas situaciones de verdadero terror, todo el tiempo se respira una atmósfera de angustia.
A destacar
La maldición de Hill House supone un antes y un después en la literatura de terror, esto es palpable nada más comenzar. A pesar de ser una novela que transcurre en una ambientación victoriana, la autora no se detiene en descripciones innecesarias. En apenas 50-60 páginas los protagonistas ya están reunidos dentro de la casa, conoceremos cuál es la problemática principal y quiénes son los protagonistas.
La prosa de Jackson es vanguardista, recordando a la de otros autores referentes como Matheson o King. El ritmo es el adecuado para cada situación. La autora sabe dirigir a sus lectores hacia donde quiere, guardándose un as en la manga para el final de la novela. Este truco final desmonta todas las suposiciones que habíamos montado durante la novela, hasta el punto de que no sabremos si lo que ha ocurrido ha sido real o producto de la imaginación de la protagonista.
Disgustos
Personajes que sobran: la esposa del doctor y un ayudante llegan a la casa una vez transcurridos los tres cuartos de la novela. Acaban siendo personajes molestos y que no aportan nada. Tuve la sensación de que cada vez que ellos aparecían la trama sufría y se volvía más lenta.
Hay algunos diálogos que no cuadran del todo. A pesar de ser evidente que todos los personajes fingen para no exteriorizar que están aterrados, algunos diálogos son bastante infantiles y poco convincentes. Con toda la tensión que hay en la novela y sobre todo después de los momentos de terror que hay en la novela, no me acabo de creer que cuatro personas se comporten así después de varios días dentro de un lugar como Hill House.
Valoración
La maldición de Hill House es una novela que sienta cátedra sobre el género. Una de esas historias de la que beben el resto de libros con el argumento de una casa embrujada a la que va un grupo de personas. Tanto es así que una vez leída, veremos trazas de Hill House en novelas como La casa infernal de Matheson o en el hotel Overlook de Stephen King. La ambientación de pueblos hostiles y con habitantes huraños que realiza Stephen King también recuerda inevitablemente al pueblo cercano a Hill House. Novelistas más modernas como Mariana Enríquez en su cuento La casa de Adela o en su última novela Nuestra parte de noche, también respiran la esencia de Hill House. Por todo ello, Shirley Jackson pasará a la historia de la literatura. El género del terror le debe mucho a esta autora, pues cambió la concepción que teníamos de la literatura victoriana, modernizando y dándole un lavado de cara a las historias sobre fantasmas y casas encantadas.
La maldición de Hill House es una de esas novelas imprescindibles, tanto de la literatura en general como en especial dentro del género del terror. El devenir de la literatura paranormal y en especial de fantasmas y casas embrujadas, sienta un precedente en esta novela, siendo versionada hasta la saciedad, tanto en libros y películas.
Una novela imprescindible, un clásico que debes leer y del que no te arrepentirás sobre todo si eres fan del terror. Si no lo eres, igualmente verás una propuesta literaria que convence, personajes bien definidos y una ambientación prodigiosa.
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